jueves, 6 de noviembre de 2008

Ritualpedia II -E-

ECHO & THE BUNNYMEN

Muchos hablan de Joy Division como el grupo más influyente de la escena post-punk inglesa. Quizas sea así, pero la medalla de plata se la lleva sin discusión Echo & The Bunnymen. Desde Liverpool, el trío compuesto por Ian McCulloch, Will Sargeant y Les Pattison comenzó a tocar en directo con una caja de ritmos a la que llamaban Echo. Tras grabar su primer single entró como batería Pete De Freitas, y de la caja sólo quedó el nombre.  De sus coetáneos les distinguía sus influencias musicales (principalmente de los años 60: desde los Rolling Stones y The Beatles hasta David Bowie, The Velvet Underground, Iggy Pop, The Doors o Leonard Cohen) y el lirismo y melancolía de sus letras; la música, sin llegar a lo gótico o la oscuridad de The Cure o Joy Division, combinaba el pop con arrebatos eléctricos y pasajes más rugosos; sin olvidar, por supuesto, los dos rasgos distintivos del grupo: la imaginativa y caleidoscópica guitarra solista de Sargeant y la inconfundible e hipnotizante voz de McCulloch.

Desde su primer disco, el excelente “Cocodriles” (1979), hasta su momentánea disolución en 1987, debida a la muerte de De Freitas, en su discografía destacan dos maravillosos álbumes: “Porcupine” (1983) y “Ocean Rain” (1984), que son el anverso y el reverso de su sonido: de la electricidad y la fiereza del primero pasaron en un año a la orquestación y la ternura del segundo. Entre los fans del grupo se encuentra Flea, que recordando su juventud comenta con cuánta expectación vivió la llegada a California de una de sus bandas favoritas para presentar “Porcupine” y cuánto le influyó ese concierto. Por otro lado, es rara la lista que se refiera a los mejores álbumes del siglo XX que no incluya a “Ocean Rain” entre los 50 mejores.

Lo que da una buena medida de la calidad de esta banda es que, tras 10 años de separación y con varios proyectos en solitario, decidieron unirse de nuevo para grabar otro disco, “Evergreen” (1997) (con el consiguiente miedo y desconfianza de los fans; cuántas bandas han enfangado su duramente ganado prestigio con una simple gira de reunión); pues bien, no sólo ese disco mantiene su nivel y los sitúa como si no hubiese pasado una década desde su anterior disco, sino que 11 años después la banda continúa editando discos, algunos excelentes (como el reciente “Siberia” (2006)), girando por todo el mundo y ganando nuevos adeptos.

Es facil seguir la influencia de Echo & The Bunnymen en grupos como The Killers, Arcade Fire, Editors, Doves, The Dears, Interpol (escuchen “The Cutter”) o, por supuesto, Coldplay, el grupo que mejor ha adaptado la música de The Bunnymen a su propio estilo; es imposible oir “Nothing Lasts Forever” y no acordarse de “In My Place”.

E-BOW

Para todos aquellos que os preguntáis si tal o cual guitarrista usa 80 pedales más 400 efectos para conseguir esos sonidos de guitarra que hacen que parezca cualquier cosa menos una guitarra eléctrica, os vamos desvelar un truquillo bastante curioso y efectivo: el e-bow. Ésta es una abreviatura de electronic bow, que podemos traducir como arco eléctrónico, ya que la intención de este aparato, que funciona a pilas y cabe en la palma de la mano, es reproducir en las cuerdas de la guitarra el efecto que produciría un arco de violín, por ejemplo, mediante el campo electromagnético que emite. Fue inventado en 1969 por Grez Heet, y funciona de la siguiente manera: al girarlo sobre las cuerdas produce distintos tonos, además de aumentar o disminuir la intensidad del sonido al acercarlo o alejarlo a las mismas. En posteriores mejoras han conseguido que también produzca sonidos armónicos, no sólo la nota básica.

No sólo se puede usar en instrumentos eléctricos; también funciona en acústicos, pero la respuesta sonora que se obtiene es mucho menor.

Hay múltiples ejemplos de guitarristas que han usado este aparato en alguna de sus canciones, pero, por poner un ejemplo curioso, os diremos que todo lo que no os suene a guitarras, sino a teclados y sintetizadores en el disco Mer De Noms (2000) de A Perfect Circle, está hecho en realidad con guitarras eléctricas y un e-bow.

THE EVERLY BROTHERS

Vamos a hablar ahora del dúo con las voces más armónicas de la historia de la música, y uno de los principales culpables de que el rock´n´roll sea lo que hoy es. Pertenecen al grupo de bandas, junto a Buddy Holly o Roy Orbison, que por su imagen, algo más recatada que la de otros artistas, y por su música, más melodiosa que la del resto, consiguieron que quien veía peligroso a Eddie Cochran o Gene Vincent aceptara que sus hijos escucharan rock´n´roll (lo que no quiere decir que no fueran verdaderos rockers). Lo que caracterizaba a Phil y Don Everly era la fuerte influencia del country en su música; los padres de los dos hermanos eran músicos de este estilo y esto los llevó a actuar desde muy temprana edad. Cuando llegaron a la adolescencia ya eran músicos experimentados y comenzaron a intentar encontrar un hueco en el mercado musical. Sus comienzos no hacían presagiar el tremendo éxito que alcanzarían después; sus primeras grabaciones no consiguieron ninguna repercusión, hasta que Wesley Rose se hizo cargo del dúo como manager. Les consiguió un contrato con el sello Cadence y registraron en 1957 su primer éxito, “Bye Bye Love”, una canción compuesta por el matrimonio Felice y Boudleaux Bryant (que surtiría de excelentes canciones a los dos hermanos en el futuro) y que fue rechazada por varios cantantes antes de que la aceptara nuestro dúo. El éxito fue increíble: top 3 y un millón de copias vendidas en USA, y top 5 en UK, actuaciones en la incipiente televisión, giras… Parte del secreto del éxito de los Everly se basaba en el uso de sus guitarras acústicas; las tocaban de forma tan cruda que conseguían un efecto inédito hasta entonces; y por supuesto, en sus espectaculares voces, conjuntadas de manera increíble. Escuchar este tema y no reconocer la influencia que tuvo en bandas como los Beatles es imposible.

Durante 3 años consiguieron éxito tras éxito, cada nueva grabación era un hit seguro: “All I Have To Do Is Dream”, “Wake Up, Little Susie”, “´Till I Kissed You”… Dejaron el sello Cadence en 1960 para ser el primero de los fichajes de una nueva compañía que empezaba por aquel entonces, la Warner Bros., que se los agenció por una suma increíble por aquel entonces, algo más de un millón de dólares. La aventura comenzó bien, con el mayor éxito de su carrera, “Cathy´s Clown”, al que siguieron otros como “So Sad”, “Temptation” o “Crying In The Rain”; pero la ruptura con su manager, ingresar en los marines, el cansancio producido por interminables giras a ambos lados del Atlántico y algunos temas que no alcanzaron el éxito deseado hicieron que su relación se deteriorara y las grabaciones se espaciaran en el tiempo, reforzando además su faceta country, que aunque aumentó la calidad de las canciones y encantó a la crítica, les alejó de los posiciones de éxito. En 1973 decidieron separar el dúo y comenzar carreras en solitario, discretas aunque sobradas de calidad, hasta que un concierto en 1984 los reunió de nuevo y grabaron un nuevo disco. Desde entonces sus apariciones han sido más que esporádicas, retirándose cada uno de los hermanos a sus respectivos negocios.

Sus canciones están grabadas en el imaginario colectivo de todos los que aman la música; se mantienen jóvenes y frescas porque son grandes canciones, bien construidas y magníficamente interpretadas; y aunque no lo sepáis, alguna vez habéis escuchado alguna canción de los Everly Brothers, se ha quedado en vuestra mente para siempre, y sobre todo, seáis heavies, hip-hoppers, techno heads o góticos, OS GUSTA MUCHÍSIMO.

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